Si observamos a los niños de alrededor del año, vemos que sueltan la mano, empiezan a estirar del pelo a otros, a escupir, dar patadas… cuando los demás les quitan algo, cuando quieren algo y no se lo das…
Si nos fijamos bien, comprobamos que en un principio no saben lo que hacen, no son conscientes de que pegando hacen daño al otro, porque estas conductas suelen empezar siendo una forma de expresar su frustración, enfado, rabia…ya que, su lenguaje no está preparado para poder expresar mediante palabras el motivo de su enfado o de lo que les ha molestado.
Si sabemos ayudarles a gestionar sus enfados y esta conductas de forma eficaz, podremos reducir las veces que tienen lugar estas conductas y la posibilidad de enseñarles a desarrollar otras habilidades más eficaces para expresar las emociones desagradables.
Hay que andar con cuidado porque depende del modelo que tengan y de lo que hagamos los que estamos en su entorno cercano, éstas conductas se mantendrán, aumentarán o disminuirán.
Cuando empiezan a aparecer es útil no gritarle o pegarle, sino retirarle la mano,el pie..y distraerle con otra cosa y así estamos desatendiendo la conducta. Esto es práctico alrededor del año.
Cuando el niño va tomando conciencia de las consecuencias de sus conductas, alrededor de los dos años, es muy útil mostrarle nuestra reacción de que estamos tristes porque nos ha pegado y nos alejamos un poco de él, así podremos empezar a enseñarle que si nos pega, los demás se alejarán de él. Puede ir empezando a desarrollar de esta forma la empatía, viendo como se siente el otro.
Conviene no alimentar las conductas de pegar, pegándole nosotros, o prestando una atención desmesurada, ya que los niños son hábiles detectores de la atención que les damos y más si ésta es más llamativa o más duradera que por otras cosas que haga.
Si mostramos calma cuando reaccionamos y somos firmes, le estamos enseñando un buen modelo para poder dejar de hacer algo que no le es útil, sino que además le puede traer malas consecuencias, ya que si se acostumbra a pegar o responder de esa forma ocurrirá lo que le pretendemos evitar que ocurra… que «los demás quieran alejarse de él».
Nos vemos en el siguiente post! 😉