Cómo sabéis algun@s de vosotr@s que leéis este blog y los que me conocéis personalmente, el tema de la educación emocional ha entrado a forma parte de mi vida y a mi propia formación de una forma significativa. Leo casi todo lo que cae por mis manos sobre este tema y soy,como me dice una gran compañera de trabajo, una «buceadora de recursos», investigando materiales y recursos en la red para poder aplicar con nuestros niñ@s y alumn@s.
En un post anterior, hablé sobre los componentes que forman la inteligencia emocional, y algunas de las personas que lo leyeron, preguntaron cómo se podían trabajar desde casa o desde el aula estos aspectos.
Hoy me gustaría poder aportar ideas muy útiles para empezar a desarrollar éstas habilidades en nuestro hij@s y a la vez en nosotros mismos.
¿Cuándo podemos empezar a educar en las emociones de nuestros niños?
Con dos años, podemos empezar a nombrar las emociones que vemos en las reacciones de los demás y en las nuestras.
En esta edad, podemos iniciar a los niños en el campo del reconocimiento de emociones, ya que es cuando más se relacionan con adultos y niños en otros contextos aparte del familiar. Así pues podemos realizar varios ejercicios con ellos, como puede ser introducirlos en las emociones básicas: alegría, tristeza, miedo y rabia. ¿Cómo? Mediante fotografías de rostros, mediante dibujos, preguntándoles cuestiones como: «Qué le pasa a este niño?» «¿Está triste?» «¿Por qué crees tú que está triste?» Es un modo perfecto para que aprendan a reconocer no sólo sus emociones poco a poco, sino también las de los demás,con esto y apenas sin darnos cuenta empiezan a desarrollar la Empatía, entendiendo que los otros pueden sentir emociones diferentes a las mías.
NOMBRAR LAS EMOCIONES.
Esto que nos parece muy sencillo, no es tan fácil si te paras a pensar en cada momento qué sientes y nombrarlo. A mí me lleva su tiempo algunas de las emociones secundarias o más complejas. Muchos niños, y muchas personas no tan niñas, tienen dificultades para poner nombre a lo que sienten y a los que les pasa por dentro, esto da lugar a problemas de ansiedad o bloqueos a la hora de actuar.
A partir de los 5 años sería muy bueno que los niños supieran ya dar nombre a las emociones de modo habitual: “estoy enfadado porque no me has llevado al parque”, “estoy contento porque mañana nos vamos de excursión”, “tengo miedo de que apagues la luz porque pienso que va a venir un monstruo»
Utilizar un «diario de emociones» donde el niñ@ refleje algunos días cómo se siente y por qué será muy útil. Le podemos ayudar al principio y animarle a que escriba o exprese. Para niñ@s que no escriben todavía pude servir que lo dibujen, den color, …
Utilizaremos términos de emociones básicas en un primer momento y luego ya más complejas.
Como anécdota, comentar que me sorprendió el otro día de forma positiva cuando mi hija en su diario de emociones reconoció su emoción de celos en algunos momentos, y la escribió, eso nos ayudó en casa a poder ayudarle a gestionar esa emoción de una forma positiva, así cómo liberarse de esa tensión de…mamá «no sé que me pasa»… Comunicar lo que sientes y escuchar sin juzgar es lo que puede hacer que pases a poder gestionar lo que te ocurre.
Conforme el niño comunica lo que siente, se produce una mejor comunicación y por lo tanto, un mejor conocimiento de cómo está viviendo una situación concreta, creo que aquí los padres y las personas que rodean al niño, tienen que hacer un especial hincapié en escuchar las señales y oír al niño .No dar por sentado o por prejuicios determinadas emociones que los padres creen que tienen. A veces, nos olvidamos de lo más básico… que es preguntarles a ellos.
La emoción es particular, es decir, individual, cada uno siente de una determinada manera en una situación concreta.
GESTIÓN DE EMOCIONES. Una vez que sé que siento y qué emoción tengo, puedo dar un paso más allá y regularla, es decir, ¿cómo gestiono esto?
Por ejemplo, siento miedo a quedarme solo, y ahora…¿qué puedo hacer para tener menos miedo? Puedo buscar algo que me distraiga, y elegir algunos momentos puntuales de estar solo y enfrentarme a ése miedo, sé que podré llamar por teléfono pasado un tiempo. Eso sería empezar a gestionarlo, es decir, no dejarte llevar por el miedo de forma simple ya que te llevaría a evitar a toda costa estar solo, empezando con ello una espiral de más miedo y mayor evitación, con lo que a medio plazo pudiendo desarrollar un problema de ansiedad.
Vivimos en entornos cambiantes, de grandes cambios sociales, donde la flexibilidad es necesaria para ajustarnos a ellos y poder gestionar las emociones de forma eficaz.
SABER AFRONTAR LAS EMOCIONES CON EJEMPLOS.
Es habitual que los niños en ocasiones se vean superados por las emociones, tengan rabietas que les hacen gritar o golpear cosas. Es necesario que nosotros no reforcemos o atendamos en exceso esas situaciones, una vez haya terminado la rabieta podemos enseñarles por ejemplo que antes de gritar o pegar, es mejor expresar en voz alta qué les molesta. Que aprendan a expresar sus sentimientos desde bien pequeños.
Hacerlo nosotros o incluso ensayar con ellos puede ser muy útil para practicar.
Las emociones están presentes en cada cosa que hacemos, en cada momento de nuestras vidas, no hay nada que hagamos al margen de nuestras emociones.
Un momento importante para casi todos es el del estudio y del aprendizaje,nos preocupan mucho las notas, el rendimiento ….pero ¿qué ocurre detrás de un fracaso escolar?
Muchas veces cuando estoy con un alumn@ que hay que valorar por un fracaso escolar, antes de preguntarle por sus notas, hábitos de estudio, le suelo preguntar ¿cómo te encuentras? ¿estás feliz? ¿qué te preocupa? …esta información es muy relevante, ya que tal cual se siente tal cual actúa. Tenemos chic@s en las aulas con altos índices de fracaso escolar, y detrás de ello hay muchas cosas más que unos suspensos, hay problemas familiares,problemas con los amigos, situaciones de acoso…preguntar sobre sus emociones sería el primer paso a tratar.
Emociones lo primero, luego conducta y luego estudio, creo que sería el orden más correcto de hacer las cosas.
EMOCIONES SECUNDARIAS.
A partir de los 10 o 11 años van a surgir en sus vidas emociones que van a cobrar más peso en sus vidas, tales como el amor, la vergüenza, la ansiedad… Siempre es adecuado que una buena comunicación con ellos nos permita hablar de estos temas abiertamente, deben sentirse seguros ante esas nuevas emociones que asaltan su día a día, habrá situaciones que por ejemplo les causen mucha ansiedad, como es por ejemplo un examen, realidades que van a ser constantes en sus vidas y que deben aprender a gestionar.
Comunicarnos sin juzgar sería algo muy adecuado a hacer en casa y a ser posible casi todos los días, crear una atmósfera donde nos conozcamos mejor y podamos contribuir a gestionar mejora las emociones de cada uno.
Sobre las emociones , seguiremos hablando en el siguiente post! ya que …uno de mis siguientes proyectos es la formación al profesorado sobre éste tema.
Así que…OS ESPERO! 😉