Alejandra Rubio Ruiz (Psicóloga- Psicopedagoga)
Colegiada A-1306
Tú hijo ¿siempre quiere ganar? ¿te rechaza muchas veces? ¿le cuesta contarte que le ocurre? ¿estalla ante pequeñas frustraciones? …son conductas características de los 6 a los 11 años etapa en la que se empieza a crear una independencia y una autonomía propias. Hoy os dejo algunas claves para conocerles mejor …
Entre los 6 y los 11 años, los niños están en una etapa menos ruidosa que las anteriores, que si bien da un cierto respiro a rabietas y llantos anteriores, es crucial para su desarrollo afectivo, cerebral y social. Para algunos padres es una etapa complicada para educar, que se ve marcada por conflictos de poder.
¿Qué sucede en la cabeza de nuestros hijos en este período?
Conocerlo es importante para así poder tener estrategias para poder elegir cómo actuar para ayudar en su desarrollo. «Comprender para poder actuar».
Los padres en este período de edad, nos encontramos y nos vemos a nosotros mismos en muchas ocasiones gritando, sermoneando o discutiendo extensamente y sin fin con nuestros hijos, a pesar de darnos cuenta después de que este tipo de actuaciones lejos de ayudarnos a solucionar los conflictos nos restan oportunidades para manejarlos.
–Dependencia-independencia
Hasta los 6 años, el niño suele ser muy dependiente de sus padres, y a partir de este período nos vamos a encontrar con necesidades puntuales de ayuda y necesidad de independencia y autonomía, ya que empieza a alternar la exploración-distancia que necesita él hacer solo con la proximidad-contacto que necesita de nosotros los adultos. Por ello, es necesario que el niño tenga seguridad interna, y confianza en sí mismo y esto lo habrá conseguido con un buen apoyo afectivo. ¿Puede mi hijo confiar en mí?. ¿Voy a dejarle actuar de forma independiente y saber estar cuando necesite ayuda?…La armonía es la clave.
-Rabietas y llantos. Cuando el niño está comportándose de forma agresiva o evitativa, tenemos que saber que su cerebro está estresado y esto quiere decir que la amígdala ( centro cerebral,libera muchas hormonas) le inducen a huir o atacar, el niño experimenta tensión física y atacará o huirá. Reflexionar en este estado es imposible, antes necesita calmar sus circuitos cerebrales.
Algunas estrategias para calmarlo:
a-Contacto físico, ternura, tono de voz calmado. Esto activa la oxitocina y calma el cerebro.
b-Respirar hondamente.
c-Beber agua.
d-Música, reír
e- Movimiento físico
f-Validar su expresión emocional «sé que estás enfadado».
Las técnicas de imagen cerebral demuestran que un niño que ha recibido apego seguro desde el nacimiento, cuenta con mayores capacidades para gestionar el estrés. Apego seguro que se crea con contacto físico, caricias, abrazos, besos, desde el nacimiento. El contacto físico con la madre nada más nacer y en la primero hora de vida es un buen comienzo para crear un apego y vínculo afectivo adecuado.
– ¿Cómo cambiar una conducta inadecuada a esta edad?
Nada puede cambiar desde la tensión, el enfado o el estrés. La primera etapa será lograr buena actitud de adultos implicados y niño.Necesitamos una buena energía para el cambio y depósitos emocionales llenos.Podemos empezar pos sonreír, jugar, ofrecer cercanía y contacto físico para así poder empezar a generar cambios.
Los primero, no correr por cambiar sino crear las condiciones óptimas para cambiar. Una vez que esté con depósito lleno emocional , podemos crear las nuevas normas que regularán los cambios a realizar.
-Rechazo del contacto físico
En esta etapa es muy frecuente que oigamos «déjame, ahora no quiero…» y que se aíslen en algunos momentos de enfado o cuando no ven una necesidad que tienen cubierta al no atenderles en ese momento…¿Te está evitando? Lo único que quiere es que restablezcas el vínculo con él. Espera que superes la barrera que te está poniendo, quiere sentirse querido y que estás conectado con él.
-¡A tu habitación!
Si está descontrolado y necesitamos calma , podemos enviarle un rato a un rincón «QUE LE GUSTE, QUE LE CALME…»porque el objetivo es que nos calmemos para rectificar la conducta, esto es importante que lo hagamos sin enfado y con buen tono, creo que es lo que más nos cuesta controlar a los adultos, no enfadarnos.
–Siempre quiere más…
A veces las demandas exageradas de cosas, caramelos, tele…pueden estar camuflando que quiere estar contigo o que le prestes más atención afectiva y cómo no sabe expresarlo, busca una satisfacción inmediata.
-Reclama constantemente mi atención y está pegado a mí.
Muchas veces, se pega a mí porque soy yo el que está cansado, con estrés y él se asegura su amor con contacto físico y brindando afecto.
–Quiere ganar siempre
«Qué fuerte me siento cuando gano a papá» En realidad, necesita ganar para sentirse fuerte y estar preparado para perder con los demás, necesita esa fortaleza y verse capaz y lo consigue ganando en casa.
–Siempre quiere jugar más y más…
Es bueno que le llenemos el depósito emocional cada día, antes de salir. Como cuando echamos gasolina antes de hacer un viaje. Así tendrá esa necesidad cubierta y no tendrá tanta demanda. El momento ideal es por la mañana o justo a la vuelta del colegio. Es bueno que cada día jueguen un rato al margen de los quehaceres nuestros y los suyos cotidianos.
En el siguiente post….seguiremos conociendo un poco mejor esta etapa de nuestros hijos! 🙂